Yo me he dedicado a la «farinha», dejado pre?adas a unas cuantas en Madrid, me he muerto,… Es que la vida es muy tranquila, y el que se pira, y no te ven en un tiempo largo es que algo turbio debe tener.
Hay unas carreteras preciosas con unas curvas prodigiosas y bajadas espectaculares donde unos cuantos de mi infancia se han quedado con motos y coches. Si vuelvo a casa definitivamente, los pocos días secos, tendrá que recorrerlas todas…
Voy a necesitar compañía, sea en Banghra, sea en Freeride… No te digo nada.