Son un clásico. Bueno, mas bien un mito. Imposibles de encontrar y si los encuentras, precio de 3 cifras. El trasero visto y admirado en directo en Amsterdam. Se regula en altura, anchura, dureza, ángulo de ataque y distancia entre ejes. Sólo lleva un bushing. Una obra de ingeniería friki. Ahora bien: parecen salidos de star trek.